LOS BARRIOS DE LOS ABISMOS
La Escarpa Occidental dentro del desarrollo de la ciudad
Conocido como el occidente de la ciudad, la escarpa de Bucaramanga fue el epicentro de grandes esfuerzos de intervención humana para el establecimiento de asentamientos poblacionales a través de desarrollos habitacionales que conllevaron un desarrollo problemático con la estabilidad y conservación de la meseta. La historia de sus aciertos y desaciertos en su tratamiento y ocupación van a ser el resultado de su exposición y conservación.
Definición geológica
La formación del entorno urbano en donde se ubica la ciudad de Bucaramanga ha surgido de la composición geomorfológica de un proceso orogénico. La denominada “meseta” de Bucaramanga es un territorio surcado por diversas quebradas que descienden de la elevación oriental hacia el occidente, en forma de abanico coluvial. Está composición geológica fue conformando secciones de filamentos que fueron definiendo bordes de gran profundidad que resultan expuestos a una gran actividad de erosión. Esta definición de la ciudad con su paulatina urbanización durante cuatro siglos (1622 como fecha “oficial” de erección) moldearía una forma de habitarla y representarla.
Explicación de la Meseta
Como se ha estudiado ampliamente la Meseta de Bucaramanga es el resultado de un proceso orogénico complejo; surcada por múltiples quebradas en sentido oriente occidente que permitió conformar secciones de filamentos extendidos, bordeados por barrancos de gran profundidad expuestos de forma permanente a la erosión. La estructura del territorio marcado por las múltiples quebradas, las pequeñas terrazas, filamentos y estrechos callejones se le conoce como la escarpa occidental de la ciudad.
La localización de proyectos de vivienda pública sobre la escarpa occidental de la Meseta de Bucaramanga, se produjo sobre lo que hemos denominado falanges, y cuya característica principal es la formación de una estrecha meseta en línea, rodeada por pendientes con suelos inestables, a los que se denominan también tierras malas. Los tres filamentos sobre los que se emplazaron los proyectos de vivienda están alineados y separados en forma paralela y consecutiva por los barrancos de las quebradas: Cuyamita, Seca, La Joya y La Rosita.