LOS BARRIOS DE LOS ABISMOS
Las formas de habitar construyen territorios desde la cotidianidad. La manera en que día a día se recorre un espacio, se decide qué y cómo se pueden realizar actividades, la ubicación y se transformación de los objetos en él, y valores y significados otorgados a sitios específicos, son las maneras en que se construye un territorio. Todo ello construye un sentido de lo propio, de lo nuestro.
La singularidad de la escarpa occidental de Bucaramanga con sus falanges urbanas que entran dentro de los abismos, los problemas de erosión y sus condiciones biofísicas configuran también, de una manera singular, las relaciones sociales y las formas de habitar de los habitantes de los barrios de los abismos. Las formas de habitar los abismos, es la manera en que los habitantes han configurado cómo se ve y qué se hace dentro de los bordes de la escarpa a partir de un proceso histórico y acumulativo, donde las experiencias y hábitos van moldeando paulatinamente el espacio, dejando huellas en él.
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Por otro lado, estas formas de habitar y construir un territorio desde la cotidianidad, se traslapa con las formas y los territorios que otros actores tienen sobre la escarpa. La CDMB, entre otros actores, ha transformado la escarpa desde su creación, generando intervenciones, conflictos, diálogos, acuerdos con los habitantes de los barrios, que moldean también su día a día.
Construcción informal
Construir al borde del precipicio implica técnicas distintas y más cuidados que los requeridos en zonas planas. Por cuestiones de riesgo, no se debe urbanizar el borde del abismo, sino que se debe dejar una franja de aislamiento considerable. Sin embargo, las personas de Campo Hermoso manifiestan que ellos saben cómo construir para que sus casas sean sismorresistentes y que toman los cuidados requeridos para ello. No es coincidencia que varias de las personas que habitan al límite del precipicio con maestros de obra que han levantado sus casas poco a poco. Además de las viviendas, también existe un inmobiliario autoconstruido como aceras, vías, escaleras que permiten la movilidad en estos sectores del barrio.
Urbanizar el borde de la escarpa requiere saberes y técnicas específicas que las diferencian de otros sectores de la ciudad. Implica construir sobre sectores clasificados de alto riesgo, lo que a repercute en algunos casos en la construcción sin licencias por lo que son consideradas construcciones informales. Algunas casas del borde, pertenecían a maestros de obra que, por su experticia logran construir bajo estas condiciones geográficas extremas.
Las huertas del abismo
La construcción de casas sobre al límite del abismo van acompañadas, en algunos casos, de puertas que dan acceso a la escarpa. Al otro lado, se extienden caminos que bajan al fondo de la escarpa e incluso conectan a los barrios aledaños, también es común ver pequeños galpones y árboles frutales acomodados en terrazas construidas por los mismos habitantes con sacos de arena o piedras para ampliar el área plana. Estas pequeñas terrazas permiten que se conserven algunas dinámicas propias más de zonas rurales y que nos hablan del origen campesino de los primeros pobladores del barrio.
El borde de la escarpa urbanizado permite la existencia de algunas terrazas dentro del abismo que son utilizadas para la cría de animales y cultivos de frutales, conservando así dinámicas propias más del mundo rural.